Sus susurros.

Las palabras que ella me dice cuando sabe que nadie más está ahí y cuando se da cuenta que solo yo puedo escucharla.

Sus susurros me han permitido conocer tantas cosas, que creí nunca saber y ella es tan valiosa que a veces no la puedo entender. Así que simplemente narraré, de una forma vacía que nunca entenderé, como ese sabor amargo en la boca y lo cautivante que se me hace cuando ella toma de posesión mi.

Ella se ha vuelto parte de mi.

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Dedicada a:
Gabriel Isaac Rodríguez Quintero,
Tú, que me conoces como nadie, y ves en mi lo que nadie más ha logrado, hacia ti van dirigidos todos y cada uno de mis susurros.