Nadie merece vivir con miedo Nadie merece vivir con angustia Nadie merece que le prohíban la libertad Nadie merece que manos agenas toquen un indefenso cuerpo ageno Nadie merece que le arrebaten la pureza e inocencia del alma Y si eso pasa recordaría las palabras valientes de su abuela: sobrevivir y no perder la esperanza. Y por eso Henrietta jamás se dio por vencida. Prohibida su copia o plagio Reservada en Safecreative. Hermosa portada hecha por @baterkrim
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