Como en el ultimo vuelo de Ícaro, todos nosotros podemos entender como se sentía cuando solo trataba de alcanzar aquello que mas amaba. Ya sea una mujer, un hombre, un dia, una noche, una sonrisa, un cafe, una mirada, un suspiro o un astro... Esta no es sino la ultima palabra de un alma que no suelta prenda. Muchas gracias a ti, que me lees y me entiendes. Alejandro G. MuñizAll Rights Reserved