Hay pocas palabras más hermosamente descriptivas. Amantes: los que aman. Y al denominar así a una persona estamos implicando que su rasgo más notable es que está amando, por encima de todas las cosas. Sin embargo, la denominación "amante" ha perseguido durante siglos a solteras ( y solteros) que no renunciaban al amor y el sexo, pero sí al matrimonio. Los amantes se devoran con el anhelo, con el pensamiento, con la piel. Florecen, la mirada brilla, sonríen y hasta empiezan a acompasar los gestos en un preludio del acto sexual. La danza más íntima. Los amantes han existido siempre y son una realidad cotidiana. Si la palabra ha tomado una connotación negativa es porque un amante es el que ama fuera de la pareja institucionalizada. Amante denota amar por libre elección y bajo el riesgo y la adrenalina de lo prohibido. Las relaciones entre amantes no son livianas y pasajeras. Muchas veces se crea un lazo indestructible y paralelo que dura años o toda una vida. Los amantes son cómplices, amigos y ponen su secreto en las manos del otro. Tener un amante es un ejercicio supremo de confianza.All Rights Reserved
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