Vivía en la zona rica de Nueva York, venía de una familia adinerada y tenía un próspero futuro. Una estudiante de universidad con toda la vida por delante, no obstante, todo parecía haberse truncado una noche cuando unos matones decidieron que, aquella joven de cabellos rojos como el fuego y piel nívea, debía de ser asaltada. Asustada, echó a correr pudiendo refugiarse, o eso es lo que ella esperaba, en una de las mayores catedrales de la ciudad, San Patricio. Esa noche, no solo el destino de Rose cambió, sino, todo aquello que la joven conocía.
"Somos sombras y sangre... Somos la Oscuridad"