El día que te vi, sentí curiosidad por ti. Por mi cuerpo recorrió cosquillas, como esa frase patética de sentir mariposas en el estómago. Me duele aceptarlo, pero es la verdad. Quiero saber de ti porque me he enamorado del chico desconocido desde el día que lo vi, aunque haya venido mis peores pesadillas en las que apareces.