Me acosté tarde y me levanté tarde con enorme angustia. Encendí el ordenador y rápidamente entré en Skype. Matt no estaba conectado. Abrí conversación con Alex, otro amigo. Intenté aparentar algo de normalidad.
Por miedo a lo desconocido, nos negamos a creer que los monstruos y fantasmas no existen, solo mira a tu alrededor están ahí, solo abre tú mente y déjalos entrar.