-¿Qué haces, Nathan? - le preguntó la chica de pelo rosa acercándose al chico que estaba estado en una banca frente a la torre Eiffel.
- Estoy dibujando. - intenta que su voz no tiemble al hablar con la chica que logró que sacara a Marinette de sus pensamientos.
- Dibujas hermoso - alaga la chica sentándose a su lado izquierdo. Y, como siempre, le quita su cuaderno y empieza a añadir cosas al dibujo.
- Tú también dibujas hermoso - el chico sonríe al ver como la chica de la cual está perdidamente enamorado, muestra una bella sonrisa en su rostro.
- Gracias, Nathan.- se sonroja
- ¿Qué hacen chicos? - interrumpe una tercera voz detrás de ellos.
- Estamos dibujando - responde la chica, sin apartar la mirada del dibujo sabiendo perfectamente quien es el dueño de esa voz.
- Dibujas bonito - adula el rubio a la chica que le gusta, sentándose al lado izquierdo de la chica, dejándola en medio.
Y ahí es donde se produjo uno de los más típicos dilemas humanos: dos chicos a los cuales les gusta la misma chica.
¿Que se hace en esta situación?