Los destinos son tan confundidos que hasta se parecen a los collares cuando los tienes todos apretujados en un mismo cajón. Hay algunos que por más que lo intentes no se separarán, y otros que están sueltos y solitarios, pero que cuando lo vuelvas a guardar quizás también estan tan unidos con otros que piensas que lo más fácil es rendirse, o romper el que menos te guste para poder separar los otros.