«- ¡Hyung! ¡Quiero uno de esos! ¡Hyung, comprámelo! ¡Hyung, por favor! ¡Hyung!». Demasiados Hyung para su gusto pero Dino era su dongsaeng y lo amaba con toda su alma, hasta la última célula de su cuerpo amaba a ese mocoso de actitud infantil y que a veces le sacaba de sus casillas. ¿Puedo preguntarte algo? Adivina, ¿de qué color fue el oso?All Rights Reserved