Naruto no aguantaba los 50 golpes contados que su abusador le proporciona. -¡Para, Sasuke!- Suplicaba mientras merecía otro golpe más en su estómago. -Ya no más... Por favor... ¿Otro golpe más? Sí, desgraciadamente. Esta iba dirigida a su rostro, dejándolo semi vivo. Su respiración era débil y sus ojos ahuecados no le dejaban ver. -Escoria, te mereces eso y más. No creas que hasta ahí pararé- El contrario solo puso una mirada triste, confusa y terrorífica. Lo último que sus ojos le permitieron ver fue como Sasuke se desabrochaba el pantalón.