Esta es la historia de Cassy, una chica de 17 años. Podría pensarse que es una historia de amor como cualquier otra, pero no, aquí vamos a hablar más del desamor y del desamor propio más que del amor. Vamos a hablar de decepciones, desiluciones y tristezas, aunque claro está, habrá amor, porque así es la vida, de eso se trata. Cosas buenas y malas, amor y desamor. Encuentros y desencuentros.
Cassy cree que todo en su vida está perdido, se odia, pasó tristes etapas, tal vez cicatrices difíciles de borrar, depresiones, entre otras cosas en su corta vida. Nadie la entiende, todos creen que lo tiene todo, pero lo que ella realmente tiene es un gran vacío.
Llega alguien para hacerle notar que no todo está perdido, o tal vez para hacerle ver que está perdiendo todo y que realmente no tiene nada, él es James, quién llega a su vida por casualidad y revoluciona la existencia aburrida y triste de Cassy, le da vida, pero como no todo es color de rosa, James no solo es alegría, sino todo lo contrario a eso, él es dolor y aprendizaje, pero Jamy marca su vida, cambia su historia, aunque él no lo sepa, realmente movió su cielo, el cielo de Cassy que tan oscuro estaba. Cassy realmente nunca había creído que alguíen la vería así, que una persona pueda hacerla sentir de esa manera. Nunca pensó que la mirarían de esa forma, que el rose de su mano calme todo ese dolor, pero que a la vez esa misma persona pueda causarle tanta tristeza a ese corazón ya destruído.
¿Crees en el amor y el dolor? Bueno, esta historia te invita a que creas. A que creas en que aveces hay personas que por casualidad entran a tú vida y la cambian para siempre, que te hacen notar que existís, que estás viva, pero son esas mismas personas quienes muchas veces sin querer te destruyen y te sacan esas ganas de existir que gracias a ellas habías recuperado.
Recordó las palabras del médico "lo encontraron casi muerto" "es un milagro", abrió lentamente sus ónix observando a la nada, él no debería estar vivo, no merecía estarlo, había hecho demasiado daño, era un asesino, un criminal, apretó su puño con frustración recordando aquella vez en su infancia cuando se lanzó al precipicio "nadie en verdad desea morir" no, él en verdad deseaba morir, tragó pesado sintiendo lágrimas caer de sus ojos y rodar por su mejilla, él debía morir ¿Por qué la vida se aferraba a mantenerlo en existencia?
*Esta historia es mia, prohibida su copia y reproducción*
*Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto*
*Las imágenes que uso las tomo de internet, créditos a sus autores*