Año 750 d. C. Damasco, sede del califato Omeya. Las revueltas encabezadas por las hordas abasíes hacen peligrar la estabilidad de una dinastía que ha gobernado durante cien años. En medio de este convulso escenario, el aparentemente extinto clan de los cuervos reaparece con fuerza para vengar el asesinato de su líder, Shalafi, a manos de Ahri de los lobos. El destino, como telar sobre el que modificar el futuro por aquellos bendecidos con el don de la profecía, decide quién vive y quién muere en un mundo donde la magia se oculta a los ojos de los mortales.