Ser sonámbula no es fácil.
He hecho muchas locuras: he gritado por mi ventana que estaba enamorada de Jason Peterson, he salido a la calle y me he sentado esperando que llegara mi príncipe azul, he bailado canciones de Shakira en mi patio... sí, eso terminó en YouTube.
Pero hay una en particular que cambió el curso de mi vida y que se llevaría el premio en locurasdesonambulos.com:
Me presenté en la casa de los nuevos vecinos con mi pijama de Scooby Doo con harina y mantequilla como regalo de bienvenida a las 2:37 de la madrugada.
Y claro, el que me vio de aquella manera tan vergonzosa fue el hijo mayor de la familia: el chico malo, el problemático, el guapo, inteligente, rebelde y astuto Caleb Hale que acababa de empezar a asistir a la misma escuela que yo.
Bien hecho, Aspen Sheeran, esta es la clase de historia que les contaré a mis nietos (si al menos me caso): el chico malo me vio en mi pijama de Scooby Doo.
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takeacoke
iniciado el: 17.09.2017
terminado el:
hermosa portada por @beacookiemonster
mdss: males de ser sonámbula.
gráficos proporcionados por @Lesyerick.