Domum Infernalem o La Casa Infernal es la morada de los actos más atroces, viles y asquerosos ante la Corte Celestial. En Dicha Abadía, según cuentan los habitantes cercanos al lugar, se sentía una pesada vibra que no te permitía respirar correctamente, pues quienes la habitaban eran demonios alados, cuyas respectivas alas se visualizaban de un profundo negro azabache, éstas poseían exhuberantes cornamentas.
Sin embargo, la gente que ahí habita no siempre está teñida en sangre. Los ingenuos jóvenes y niños, como manera de entretenimiento, se encontraban jugando y aprendiendo tanto como fuera posible. Mientras que los más grandes dedicaban su tiempo a enseñar y estar activos en cualquier actividad de provecho, como el campo, pintura, cocina y demás. Claro pero eso jamás lo vería la Corte ¡No!
La Corte Celestial lo único que quería era ver ese Legión deshabilitada, y pese a cualquier cosa, lo lo lograría, ¡no importaba cuántas vidas humanas se fueran en ello!
Pues, éste es el Plan Divino que Dios les había encomendado, y como tal, el sacrificio de los humanos es el perdón a los respectivos pecados que habían cometido.
Agradecidos de la bondad de este ser deberían encontrarse, con su sangre han de pagar para así lograr salvarse.
Al fin y al cabo, así lo habría querido Dios gracias al Diablo.