Cuando comienzas a caer en un abismo, hay dos opciones: encuentras la forma de salir o simplemente terminas de hundirte. La soledad está contigo, aunque estés rodeado de gente. Eres un héroe, y solo por eso están contigo. Eres hipócrita, ¿pero quién no lo es? Haz cometido errores terribles, es hora de pagarlos, rindiéndote ante tus fantasmas. Volviste a hundirte en el abismo. ¿Es peor que cuando caíste en el tártaro? Ellos quieren salvarte, pero comienzas a creer que ya no tienes salvación. Finges sonrisas falsas para ellos. Pocos se dan cuenta de ello. Quieres hundirte más, pero ellos no te han soltado la mano. Dime, ¿a qué punto piensas llegar, Percy? ¿Llegaras al final del abismo?