Para un niño de cinco años, una tormenta eléctrica era lo bastante aterradora para asustarlo hasta llorar. Para el pequeño Izuku, era suficiente para tenerlo temblando bajo una mesa. Para el pequeño Katsuki, solo era una tonta lluvia que no le impediría ir a casa. Pero algo era seguro; sin importar a donde fuera, llevaría a Deku siempre tomando de la mano. Este one-shot participa en la segunda edición de la Katsudeku Week Día 2: Fluff infantil.