"Lo miré una última vez, vi atentamente sus ojos y lo abracé mas fuerte que nunca. Su colonia se infiltró por mis fosas nasales una vez más, sus brazos me brindaron esa sensación de protección y dejé caer una sola lagrima en su pecho. Lo solté y le extendí una mano, ofreciéndole amistad y solo eso. La aceptó y apretó. Suspiré un último adiós y seguí adelante, separándome de él y avanzando. Escuché que me llamaba, por lo que lo volteé. Parte de mi quería que me detuviera y me dijera que me seguía queriendo. "Buena suerte" fue lo que salió de su boca. Lo miré y me dije mentalmente que debía de sonreírle, pero no lo logré. Es así como me volteé sin dedicarle ni un gesto e hice todo lo posible para convencerme que de esa manera lo estaba dejando ir."