A veces es mejor tener una expectativa mala de algo, para después llevarte una gran sorpresa. Nosotros nos conocíamos sólo de vista, teníamos a Meg como persona en común. Aunque para mala suerte de ambos, Meg era su hermana y lo único que escuchaba de el chico eran las quejas de la misma. Uno siempre suele decir: "a mi nadie me puede llenar la cabeza". Sin embargo, no es algo tan fácil como decir: "no quiero comer eso, no me pueden obligar". Como es nuestra amiga siempre la escuchamos y apoyamos con Joy. Así fue como conseguí una imagen bastante mala de su hermano, Fox. Sin conocerlo, ya estaba muy enojado con él. No quería ni verlo a la cara. Porque, aunque me llevase bastante de altura, lo golpearía. No obstante llegó el día en que no pude esquivarlo más, ese fue el día donde Joy le organizó el cumpleaños a nuestra amiga, el día en que esto comenzó... Portada hecha por mi. Actualizaciones lentas. Septimomes