Peter está perdido, ha tenido una infancia muy dura, ha sido una de esas vidas inocentes a las que les toca cargar con las consecuencias de los actos ajenos. Pero aunque Peter tenga una piel dura y curtida que solo un adulto debería tener, también tiene un corazón que late cada noche más fuerte, a la misma hora y en el mismo lugar por Wendy, la chica que se pierde por propia voluntad con él, su esperanza es ella. sin embargo pronto descubrirán que los sentimientos que crecen en sus corazones suponen un alto precio, todos los niños deben crecer, Peter verá cómo Wendy se convierte en una mujer y Wendy verá en Peter el hombre que es.