Despeinada, loca y a toda risa; así era la vida de victoria collingwood, una chica de 20 años a la que no se le hacía fácil guardar compostura.
Tenía un serio problema a la hora de comportarse, le costaba seguir las reglas implantadas por la estricta sociedad de 1839, lo cual representaba un gran peligro para su familia, estando rodeados por la alta alcurnia de Inglaterra, y siendo hija de un afamado conde, cualquier descuido, por mínimo que fuese, sería el detonante para un gran escándalo, y victoria ya había estado al borde de uno.
No era como las demás chicas, aquellas que se decían amigas, ni como su hermana, el orgullo de la familia, ni su hermano era tan desequilibrado como victoria. estaba lejos de ser todo lo que una persona deseaba.
Definitivamente estaba descarrilada, sin control, no tenía ni el más mínimo orden; y sí que lo iba a necesitar para lo que vendría.
No comprendía por qué sus padres la habían obligado a irse con su hermana y su cuñado, no sabía por que razón tenía que pasar el hermoso verano lejos de la gran Francia y su magia, que sería visitada por toda su familia.Se negaba por completo a estar lista para tantas fiestas, ni para codearse con la alta burguesía de londres, que según ella, era un enjambre de soberbia y humillación.
Pero victoria entenderá que todo sucede por algo, y que todo lo que le ha pasado, la llevará a un camino extraño, lejos de todo lo que es , pero nuevo y fascinante, en el que descubrirá que solo necesita de un baile para aplacar el fuego.