Girasoles Viejos

Hugo no es precisamente el chico que todos quisieran tener como amigo. Él no sabe mucho porque ha vivido muy poco. A sus diecisiete años, no es consciente de lo que es una tragedia, pero sí es consciente que Lea, la chica que es albergada en su nuevo hogar en Lima, ha vivido una tragedia que hasta el día de hoy no la deja vivir en armonía con nada ni nadie. Ni siquiera el pueblo donde ahora ambos viven, perdido en la tranquilidad de la naturaleza, es lo suficientemente tranquilo para apaciguar el corazón de esta extraña chica.