- ¿¡ No lo entiendes!? ¡No quiero dejar de sentir...! Simplemente quiero dejar de sufrir...- esto ultimo lo dije en un susurro, llorando. Él no dijo nada, solo me miró y empezó a avanzar hacia a mi. Entonces me besó y supe que ese era el beso prefecto que estaba esperando. Y... él era el chico perfecto que estaba esperando.