18 parts Ongoing Había un pequeño "gatito" que llevaba consigo tres pulseras, una para cada persona que él consideraba su Sa'nok, su Sempul y para el niño al que veía como su hermano. Había tejido todas con cariño, imaginando sonrisas... sin saber que su mundo estaba a punto de romperse.
Cuando el gatito se acercó para entregarlas, escuchó-sin querer-una voz familiar:
-Él no es mi hermano. Solo es un gatito que mi padre recogió. Se pegó a nosotros... pero no es parte de la familia. Solo lo aceptamos por lástima...
La frase lo golpeó más fuerte que cualquier caída.
El pequeño gatito retrocedió despacio, con el corazón apretado y las pulseras tintineando como recordatorio del cariño que él creía tener.
Decidió buscar a su Sempul y su Sa'nok, quizá para encontrar consuelo... pero al llegar, escuchó otra conversación. Se escondió detrás de un árbol, recordando que interrumpir era de mala educación.
-¿Por qué sigue aquí? Él no es uno de los nuestros. Es solo un gatito callejero... ni siquiera es un siamés, murmuró la madre gata.
-Lo sé -respondió el padre gato con un suspiro-. Pero es muy pequeño aún. Cuando crezca... lo devolveremos.
Las palabras fueron la última gota.
El gatito se alejó lentamente... y cuando estuvo lejos, el dolor lo hizo correr. Corrió sin mirar, sin pensar, hasta que el bosque se volvió borroso.
No vio la raíz en el suelo. Tropezó. Cayó. Rodó.
Y terminó en un río.
El agua lo atrapó.
La corriente lo arrastró.
Pidió ayuda, pero nadie estaba cerca.
Un golpe en la cabeza lo dejó inconsciente.
Cuando despertó, lo rodeaban dos pequeñas foquitas, de miradas curiosas y cálidas. No recordaba su nombre, ni de dónde venía. Solo sentía frío... y el eco de un dolor que no sabía explicar.
Detrás de ellas, dos voces llenas de preocupación-una suave y firme, la otra cálida y maternal-preguntaron
-¿Estás bien?
Era la Sa'nok foca y el Sempul foca, inclinándose hacia él como si ya fuera parte de su hogar