Hiraga es secuestrado en uno de sus trabajos. Las cosas que le hicieron sus captores parecen que nunca podrán ser superadas, aún así, Roberto intentará lo que sea para devolverle la sonrisa, esperanza y fé al joven Padre japonés. Advertencia. Los personajes no me pertenecen. En esta obra se incluye violencia explícita, así que si no es de tu agrado, recomiendo abstenerse de leerla.