Malditos recuerdos, malditos aquellos que se incrustan en lo más profundo de mi mente, haciendo de mi vida una ardua supervivencia, recuerdos llenos de risas, llenos de emoción, llenos de diversión y alegría... son los recuerdos más bonitos los que más duelen... Y saber que un día fui yo misma, que lo tuve todo... todo y nada a la vez... Ahora estoy aquí, detrás de estas paredes, tirada en el suelo con jeringuillas usadas a mi alrededor, preguntándome en que momento comenzó todo esto...en que momento deje de ser persona, ya no queda nada... aunque tal vez si que hay algo por lo que seguir... es difícil más no imposible. -Pensó ella mirando aquel chico a través de la ventana de su habitación.