Siento a Derek entrar a la cocina, y sin voltear a verlo dejo caer mi bata de cama de una forma tal sutil que le haga pensar que fue por accidente. Bajo hasta tocar mis pies y tomo la suave tela de seda entre mis dedos y la voy deslizando por mi cuerpo y al llegar a mis caderas siento que la retira de mis manos de golpe, me toma de la cintura y me acorrala entre en el refri, me da la vuelta ásperamente y me da un beso suave y entre los labios me dice -Me encanta tu olor- acercándose a mi cuello y dando un beso en él.