Cuantas veces hemos escrito cartas diciendo todo lo que sentimos pero no las mostramos, nos quedamos con ellas por miedo a la reaccion de la otra persona o simplemente porque ya no ahi a quien entregarselas, aquellas cartas que van quedando en nuestro poder, se quedan ahi estancadas sin un camimo, si una via de escape entonces se convierten en cartas sin destino porque no ahi que entregarselas a pesar que tiene destinatario.