La melodía que brotaba de aquel piano era un gusto para mis oídos, presenciaba y esperaba cada noche que nunca acabase , no quería interrumpir, por eso nunca teníamos contacto alguno, hasta que... aquellos ojos gatunos capturaron mi presencia y sentía que no me iban a soltar nunca... El solía ser tan hermoso como un arcoíris surcando el cielo, tan valiente como un caballero y Tan delicado como una Amapola .All Rights Reserved