Y mientras caminaba por el interminable pasillo de la escuela, las miradas de incomodidad y temor se posaban en su persona. Tal vez en su enredada melena castaña casi ceniza que le daba el aspecto de "bruja de Salem", o sus tristes y apagados ojos rodeados de unas enormes ojeras que obtuvo a muy temprana edad, o por el hecho de su mirada cuando se perdía en sus pensamientos y tristes recuerdos acompañados de unos susurros que solamente existían en su cabeza. Esas voces le daban miedo. Parecía haber hallado su lugar por primera vez en su corta vida. "Ahora eres una de nosotros"