Dicen que un hombre no llora, pero aquí estoy yo. Ella, una mujer paradisiacamente bella con una sonrisa deslumbrante, y yo un loco enamorado. Sus ojos son un pedacito de universo hecho de chocolate que se me antojan tanto comerlos aparte de mirarlos todo el día. Y qué decir de su sonrisa, quién diría que de aquellos labios salen palabras y no avecillas. Cuál pétalos refinados seria sentir su esbelta cintura entre mis dedos, acariciar su rostro, besar su frente, tenerla junto a mí. La amo desde los seis años pero nunca me arriesgue a declararle mis sentimientos. Temía a arruinar nuestra amistad. Sin embargo hice una especie de locura dejandome de llevar por mis sentimientos... _________________________________________ #560 >< 13/01/2018