Para una persona que conocía el significado de las flores, las irises representaban la lealtad y la esperanza de la vida. Eso es lo que pensaba Jack Bettman cada vez que hacía una figura de papel con la forma de su flor preferida, y también era lo que le había dicho a Riley Trento cuando notó el profundo estrés en sus ojos la tarde en la que apareció por primera vez en su casa y le regaló una de las tantas irises de papel que con el tiempo se convirtieron en una imagen parecida a la de una primavera de papel.
Riley Trento ha vivido toda su vida como un gato callejero, dentro de un orfanato del que no salió hasta cumplir la mayoría de edad y sin el suficiente dinero para asistir a la universidad o permitirse vivir una vida tranquila. Es conocido en su barrio como el Robin Hood de los huérfanos y aunque sus palabras suelen estar tintadas de sarcasmo y humor negro, tiene un corazón de oro tan grande que, lamentablemente, ha terminado siendo su perdición.
Jacqueline Bettman, una chica de notas promedio y un grupo de amigos que la llama Jack como muestra de cariño, descubre un día a Riley en la puerta de su casa con la intención de ver a su padrastro para pedirle un favor. Al inicio no sabe quién es ni qué es lo que necesita del esposo de su madre, pero con el tiempo ambos se van conociendo mientras se desfloran los secretos como los pétalos de una flor y puede que el resultado sea tan hermoso como una iris de verdad... y a su vez, puede que no.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?