Para celebrar nuestro octavo aniversario tuve la idea de regalarle un viaje por el Mediterráneo a mi novio. Nosotros dos, en un crucero para enamorados, sólos y sin ataduras, lo necesario para desconectar de la vida por unos días. Al principio me pareció una idea muy romántica, pero ahora lo recuerdo como la semana más sin sentido de mi vida.All Rights Reserved