El simple hecho de no asistir a una fiesta superficial, puede hacerte sospechoso de la muerte de una joven. Ese día, fue la fiesta de Mindy Curly, quién festejaba su décimo séptimo cumpleaños. Entre discusiones, revuelcas y levantamientos por parte de los habitantes del condado, la fiesta se llevó a cabo, aunque no en el mejor lugar posible. El lugar demandaba lujos y tirar la casa por la ventana, sí, aunque también era a campo abierto, donde cualquier persona podría colarse fácilmente aún sin ser invitada. La pregunta ahí es... ¿el simple hecho de no asistir te vuelve un sospechoso e inclusive, un asesino? Desde este momento, al descubrir al culpable, serás cómplice de asesinato. Así que, guárdate bien las espaldas. Se precavido en todo momento. Pero sobretodo, no confíes en nadie. En éste caso, nadie es quien aparentar ser. Último consejo: siempre carga un arma contigo.
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