Así como los sentimientos nacen, pueden llegar a morir y renacer mucho más intensos, pero no por eso van a seguir siendo dirigidos a la misma persona. Cansado de ser rechazado, Hasekura cierra su corazón a Kensuke decidiendo seguir con su lado de amistad ya formado, conforme al tiempo empieza a sentir algo por Masahiro y esos nuevos sentimientos no los tomarán bien los hermanos Ōshiba. ¿Será que en serio existe más de un tipo de héroe? Una historia donde Hasekura nunca abandonó a Kensuke logrando vivir toda su niñez juntos, sus intentos por lograr más con él nunca funcionaron, los sentimientos se mandan solos, nadie tiene el control sobre ellos.