Hay trabajos difíciles. Trabajos duros, trabajos que apenas se rentabilizan. Trabajos buenos y trabajos malos, trabajos respetables y humillantes. Sin embargo, el mío es más que sencillo. Me dedico a recoger las almas de aquellos que ya no la necesitan, muchos me llaman "perder la esperanza", pero el caso es que no puedo hacer mucho más que conseguir su alma antes de que la pierda. Solo aprovecho lo inevitable. Con las almas obtenidas, alimento a mi gente, los que viven en mi región. Todo lo compartimos para evitar morir de hambre con peleas. ¿Está mal lo que hago? Me lo he planteado más de una vez, pero yo no hago más que salvar la vida con aquellas que se perderán tarde o temprano. Igualmente la gente me odia por lo que represento, y los pocos que han visto a uno de nosotros (que por cierto no lo ha contado, normas estrictas) se han horrorizado. En cierto modo les comprendo. Si sus cortas vidas se asustan porque su piel se ha arrugado un poco, ¿como van a mostrarse indiferentes ante "monstruos" como nosotros? Digamos que me mantengo invisible al mundo por el bien de ambos.