Aquel ser era simplemente perfecto. Ninguna fotografía lograría plasmar la belleza de sus ojos al ver como servían de comer por las mañanas. Ninguna fotografía lograría captar como sus labios se fruncían ligeramente al ver como sus caprichos no eran cumplidos. Ninguna fotografía lograría captar la sonrisa veraniega que ese formaba cuando nuestras manos lograban rozarse. Ninguna fotografía lograría salvarme de la necesidad de tomar a ese pequeño omega 10 años menor que yo, ninguna fotografía lograría apagar mi deseo de reclamarlo como mío, ninguna fotografía me permitiría tener una vida a su lado, por más duro que fuera, lo único que podía tener era una vieja fotografía a blanco y negro que me refugiaba de la soledad como alpha, como un alpha con el lazo roto por culpa de un niño que era tan delicado como para que sus manos ásperas lo tocasen. Así era la vida de Otabek Altin, un joven fotógrafo de figuras eróticas que buscaba plasmar la belleza de sector marginado de los barrios del París victoriano, un joven alpha de 25 años que había quedado prendado de la joven figura de un joven de tan solo 15, un omega que le había despertado las ganas de criar, de formar un familia, pero que bajo los ojos de la sociedad, aquello se volvía casi imposible, su único refugio era veré crecer dentro de aquellas paredes que formaban el burdel barato de madame Lilia, cuidándolo bajo las sobras y fotografiándolo de vez en cuando, recodando con sus ojos cerrados como eran aquellos ojos esmeraldas y acariciando al aire la silueta perfecta de un omega que necesitaba, de su Yuri Plisetsky. ~Información general: los personajes de Yuri On Ice no son de mi pertenencia, son creados a partir de los estudios Mappa, Kubo y Yamamoto Sensei. ~Contenido [R-18] [M-preg] [Omegaverse] ~Se prohíbe el plagio o adaptación total o parcial de la historia.
1 part