No era culpa de ellos lo que estaba pasando a su alrededor. La sangre, los muertos, la destrucción y la desolación eran productos de aquella mujer herida que solo deseaba volver a ser amada por un hombre; pero al ser rechazada nuevamente por una muerta descargaba su fúnebre irá sobre esos jóvenes que para bien o para mal habían sido escogidos para detenerla. ¿Podrán salvar al mundo de la devastación? O ¿Morirán en el intento? (Segunda parte de Alya) (Muchas parejas)