El cigarro se consume en el cenicero marrón con detalles rojos. Un sonrisa perversa se escapa de su boca. Todo lo que planifica le sale a la perfección, pocas veces deja algún que otro cabo suelto. Sutil en el arte de la seducción. Observa como la lluvia golpe la ventana de su cuarto. Aunque, pensándolo bien, a veces no se sale con las suyas...ese hombre, que no la conocía, parecía saber que pieza movería en el tablero de ajedrez. Había elegido a su victima al azar una noche de Noviembre calurosa. Desde un costado de la barra le observaba...se acercó a él y le invito a beber algo fuerte. El extraño hombre accedió ante el encanto de su mirada. Una copa llevo a otra hasta sentir su cuerpo cansado y sin estabilidad. Ambos subieron al vehículo de ella y se perdieron por Libertador. Pensé que no volvería a verlos...a escasos metros del mirador y ya con el sol asomando su frente lo veo tirado contra un árbol diminuto... Había mordido el anzuelo que la dama le había tirado...quedo dormido en el auto y no solamente le robo unos besos sin sabor, sino también su billetera....All Rights Reserved
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