Jane estaba cansada del mundo en el que vivía, sin libertad, lleno de falsedad y que solo había una cosa que importaba, el dinero. Por esa misma razón decidió alejarse de la ciudad que tanto daño le hizo para empezar una nueva vida, pero siempre había algo que le hacía volver a ella, sólo que esta vez no tenía ni idea que volviendo a California acabaría conociendo a una persona como él.
Colin, un chico sin esperanzas en la vida ni en el amor, solo tuvo una mujer en su vida la cual se encargó de destruirlo a él, a su futuro y a su alma. Se convirtió en una máquina destructora y es que así es como le definían, no le importaba acabar con algo o con alguien, para él la vida no tenía sentido solo vivía por y para sus noches de juerga, el dinero y su peculiar trabajo.
A veces las personas que vienen de mundos distintos, acaban teniendo más cosas en común de lo que jamás alguien podría imaginarse.
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