─Tú eres mi sol, mi único sol... Tú me haces feliz cuando los cielos son grises. Tú nunca sabrás, cariño, lo mucho que te amo.─ Cantaba Rosé con una voz deprimida y temblorosa, acariciando el cabello naranja de Lisa. «Donde Lisa sufría un grave mal, pero solo deseaba escuchar el dulce canto de la chica de cabello marrón.»