No hacía falta que dijera una sola palabra, bastaba con que sus ojos azules voltearan a verte una sola vez para que entendieras todo lo que ocurría en su interior. Chloe la amaba, sus ojos lo decían a gritos, pero su boca lo callaba para salvarla. A seis horas de ella, Beca entendió que había sido injusta, y supo que tenía que volver.All Rights Reserved