Duerme con una pequeña lámpara azul aun lado de su cama, que se despliega en un universo de constelaciones y estrellas que brillan en su techo. Desde el segundo día en que se ven, hacen promesas con las flores amarillas siendo testigos entre sus manos y las guarda en una caja bajo su cama. Creyendo que algún día podrá descubrir su color brillante sin marchitarse. -El azul de sus ojos. -El amarillo de las flores. -El rojo de sus labios y el color que no es visible a su paisaje.