Después de haber ganado el juego y de rescatar a su hermanito, Sarah lamenta no haber aceptado quedarse en el laberinto. El Rey de los Goblin, a su vez, también sufre por el rechazo de la chica. Él la amaba y le ofreció todo, hizo todo por ella, movió el tiempo y las estrellas y aún así le rompió el corazón.
Pero la pequeña Sarah, ha descubierto su amor por Janeth, y está dispuesta a dejarlo todo para estar con él.
Es lo que me hubiera gustado que sucediera en Labyrinth de Jim Henson, de 1986, donde David Bowie interpretó a Jareth, Rey de los Goblin y el Laberinto.
Laberinto y sus personajes, no me pertenecen, son propiedad de la familia del difunto Jim Henson.