Porque Jimin y Yoongi habían sido mejores amigos desde siempre. Habían pasado por cada nivel escolar en los mismos colegios, encontrándose siempre aunque no estuvieran en las mismas clases. Pasaban las tardes juntos, Yoongi prácticamente vivía en casa del menor, disfrutaban la compañía del otro y siempre había sido así. Por lo menos lo era.