La plaga zombie se desató en el mundo, y Argentina no fue la excepción. Todo el territorio fue desolado, las comunicaciones se cortaron, y los pocos sobrevivientes quedaron aislados, intentando mantenerse con vida como les fuera posible. Ezequiel logró sobrevivir refugiándose en un edificio de Palermo junto a sus vecinos, pero pronto los suministros se les acabarían y los problemas de consorcio se les hacen cada vez más insoportables. Sin embargo, por su cabeza no deja de rondar una posibilidad que podría cambiar su destino ya marcado, aunque para eso deba atravesar el mar de muertos que inundan la Ciudad. Y los vivos que quieren seguir estándolo...