Aaron se va hacia una mesa donde hay tres chicos, unos rubio de ojos cafés, otro pelinegro de ojos azules, y por último, un chico de pelo marrón con ojos grisáceo, el chico con el que choque dos veces.
-No lo mires.- Jess interrumpio mis pensamientos.- A Ian, no lo mires, todos los que lo hacen terminan mal.
-No entiendo, que quieres decir.- la mire confundida
-Mira Brook, te doy un consejo.-yo asenti.- no te acerques a Ian, el es....peligroso, no es de fiar, te lo digo por tu bien.
A que se quiere referir con que es peligroso?
Probablemente debería hacerle caso, pero la curiosidad me mata, averiguare que hay detrás de esos grises ojos, que sólo transmiten frialdad y desconfianza.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.