Charles había lamentado ir a la fiesta cuando ellos empezaron a jugar siete minutos en el paraíso. Pero, maldición, si Emma no conseguía lo que quería, ella desataría el infierno. Aclaración: Esta historia no me pertenece, solo me dediqué a traducir esta genial obra de "myinfinitethoughts (orphan_account)" que se encuentra en AO3.All Rights Reserved