Viktor ha dejado a Yuuri sin razón aparente. Abatido, el joven nipón vuelve a su casa en Hasetsu. Cuando llega su familia lo acepta con los brazos abiertos y le brinda toda la ayuda que necesita. En eso, ellos le dicen que ha llegado un extranjero el cual dice conocer al patinador. Lo que no sabía era que ese extraño hombre no era una persona como cualquier otra. Ni tampoco sabia que le cambiaria por completo su vida.