Popularmente conocidos como sálvajes criaturas de la noche. Leyendas abundan sobre los colmillos deslumbrantes que sobresalen de su boca feroz. Esos ojos teñidos de rojo escarlata que destilan malícia y un toque hechizante y tan poderoso como la tierra. Coloreados como si copos de nieve se hubieran fundido en pintura y hubieran pincelado sus pieles. Eso es, pálidas como la nieve, pero duras como el hielo. Labios gruesos, delicados, bañados en un tono rojo como el alimento del que se nutren
Belleza enigmática, despampanante, prácticamente irreal. La perfecta musa para cualquier pintor. O para cualquier escritor. Hoy vengo a hablar sobre vampiros. En concreto de una família en particular.
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Cuando Rachel, Joey, Emma, Amara y Luke deciden ir hacia el punto de origen de todo como mecanismo para esconderse de su enemigo, lo que no se imaginan es las sorpresas que les depara la vida. Amistades, amores, todo lo que un adolescente como mínimo ha de vivir, pero también aventuras, terror, drama, es decir, todo lo que implica ser un vampiro.
¿Qué es lo que ansia su enemigo con tanta fuerza de ellos?
¿Esconden algo?
"He vivido quinientos años, quinientos años en los que nunca he sentido la vida que me ha dado un beso en tan solo 5 fracciones de segundo"